Editorial 11/08/2013
Junto a una gran cantidad de interrogantes hay que dar paso a la recreación del paisaje democrático, el mismo que permite elegir y ser elegido y el que define, de manera tajante, el destino político de dirigentes y el rumbo de nuestro futuro cercano.
Además, el voto, es ese instrumento que nos provoca distintas sensaciones en un domingo electoral como lo es, afortunadamente, este 11 de agosto de 2013.
Para muchos parece obligatorio pero sin demasiada importancia, en tanto para otros es vital y de gran valor; algunos, muy pocos, no saben de qué se trata y muchos se han interiorizado al respecto del significado de esta elección.
Oportunamente, decenas, centenares y miles de mensajes de distintos candidatos ocuparon un importante espacio mediático para propalar diversos contenidos de campaña electoral.
Hay quienes afirman que hoy no se define nada cuando, en realidad, los resultados tendrán una correlación con lo que suceda en el mes de octubre próximo en las elecciones generales. No se podrán trasladar, con exactitud, cantidades y porcentajes, pero habrá un hilo conductor que permitirá conclusiones mucho más realistas y cercanas a nuestra realidad. Se acabarán las afirmaciones contundentes desde cualquier sector y, como siempre sucede, habrá ganadores y habrá perdedores. En nuestra ciudad, la última campaña estuvo signada por la abundante oferta callejera, en carteles de todo tipo, pasacalles y afiches de las cuatro listas que hoy compiten como actores principales porque habrá más, bastante más, que cuatro boletas en el cuarto oscuro. Las cifras que hoy arroje el escrutinio serán una guía para saber dónde estará parado cada quién.
El objetivo de estas elecciones primarias se cumple parcialmente ya que sólo el Frente Renovador dirime entre dos precandidatos quién encabezará la lista el 27 de octubre próximo. Todos hacen cálculos sobre la cantidad total de votantes. Si serán 18 mil o 20 mil, si hay interés en el electorado y, claro, quién (es) será (n) el ganador (es) y si todos llegarán al piso. En este último punto no existen dudas de que los cuatro principales referentes y cabezas de lista superarán la cantidad de votos necesaria para acceder a una banca en el Concejo Deliberante, algo que hoy no está en juego pero que sirve, y mucho, como punto de partida de la tarea a realizar los próximos 60 días.
En lo general comienza a definirse el futuro del “kirchnerismo” y la provincia de Buenos Aires aparece como el principal escenario de la “pelea”. El candidato del Frente para la Victoria, Martín Insaurralde, al parecer, pasó de “desconocido” a “conocido” en pocas semanas. Y Sergio Massa, el intendente de Tigre, juega hoy, una parte importante de sus aspiraciones. La victoria contundente lo afirma hacia el 2015. Cualquier otro resultado opaca, confirma y fortifica las chances de otros actores de importancia como Daniel Scioli y el mismo Insaurralde, mirando dos años por delante.
Enumerar posibilidades concretas o arriesgar resultados no aparece como conveniente y agregaría condimentos indeseables ante la sensibilidad extrema de algunos dirigentes, oficialistas u opositores que padecieron, padecen (y padecerán), preocupantes delirios persecutorios.
Ganadores y perdedores de esta jornada, festejarán los resultados tras palpitar el escrutinio
A la dirigencia política local que participó de una campaña callejera intensa le habrá servido como importante experiencia sobre lo que se podrá hacer a partir del lunes 12 de agosto en ese sentido.
No deberán caer en saco roto algunos de los acontecimientos vividos, las “vivezas” o las malas artes. Se deberá tomar nota de la respuesta de la comunidad a la hora de elegir.
A la hora de la verdad, en el balance, no se podrá subestimar la voluntad popular porque es la democracia que estamos construyendo la que, permanentemente, nos brinda la posibilidad de expresarnos y hay que saber aprovecharla.
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